¿Por qué a la gente le encanta dormir con cobijas?

No podría haber un mejor descanso que cuando hace mucho frío en tu habitación y estás cubierto con pesadas mantas. ¿No debería decirse algo sobre cuando hace calor?

Esta mitad de año estuve siete días en una casa sin aire acondicionado y era normalmente durante los años 80 a la hora de dormir. De hecho, descansé debajo de una Cobija. Sucede que nuestra necesidad de descansar bajo un barrido tiene razones fundamentales de dos clases: fisiológicas y mentales.

Razones fisiológicas

No es un hecho que nuestros cuerpos permanezcan a 98.6 grados. Más bien, a lo largo del día de 24 horas, pasamos por períodos de más calor y más frío dentro del rango de alrededor de 3 grados. El hecho de que tengamos frío o calor influye en nuestra preparación. Cuando estamos más sofocantes, nos sentimos más listos y nos sentimos más somnolientos cuando estamos más frescos.

Alrededor de 60 horas y media antes de la hora típica de dormir, tu cuerpo comienza a relajarse. Mientras estamos preparados para quedarnos dormidos, nuestros cuerpos normalmente experimentan la mejor disminución de temperatura. Esta es la razón por la cual tomar una ducha caliente o una ducha antes de acostarse es una incitación al descanso: el escalofrío rápido que ocurre poco tiempo después es una señal de descanso para su cuerpo.

Todo lo anterior tomado en conjunto implica que nos gusta descansar debajo de una Cobija porque nos estamos relajando cuando nos vamos a dormir y sabemos por experiencia previa que tendremos mucho más frío a medida que avanza la noche ( revisa las veces que te has despertado a las 4 o 5 a. m. helado por si no estás cubierto).

Hay una explicación fisiológica adicional: la pesadez de Cobijas tiene un efecto tranquilizador. Las cobijas pesadas pueden fortalecer lo que se conoce como "contacto de tensión profunda", que estimula la producción de serotonina y reduce la producción de cortisol. La serotonina construye nuestro sentimiento de prosperidad y el cortisol es el químico de presión que desencadena la reacción de supervivencia. Posteriormente, el desarrollo de la serotonina y la menor producción de cortisol provoca un mejor descanso, una mayor sensación de bienestar y menos malestar. Los estudios han afirmado que dormitar bajo una cubierta ponderada desarrolla aún más el descanso y también puede disminuir la inquietud.

razones mentales

Sin perjuicio de las razones fisiológicas que atribuimos a Cobijas, existen igualmente razones de conducta. Esencialmente, estamos moldeados para descansar bajo Cobijas. Desde que somos niños y nuestros padres nos abrigan bajo las sábanas hemos relacionado las Cobijas con el descanso. De esta manera, es esencial para nuestra costumbre de acostarnos y cansarnos: es pavloviano. Ya sea que estemos con ropa extremadamente cómoda o que vayamos a dormir a una habitación extremadamente calurosa, parece extraño no tener una Cobija.

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